Llevamos 3 semanas en la casa, limitando las salidas de adultos y niños. Es por eso que, en este contexto, no podemos olvidar el poder innato de imitación que tienen los niños y niñas y de la gran influencia que ejercemos sobre ellos. Tampoco olvidarnos de sus derechos y deberes como cualquier otro miembro de esta sociedad, que a simple vista, está diseñada por los adultos (a pesar de que algunos usan muy mal su libertad, saliendo de la casa varias veces al día).

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Dice Daniel Goleman (Psicólogo, autor del libro: Inteligencia Emocional) que “la vida en familia supone nuestra primera escuela para el aprendizaje emocional”. Por eso, ahora más que nunca, nos toca gestionar nuestros pensamientos y tener más en cuenta cómo reaccionamos ante las dificultades, y tener presente que somos sus modelos. Tenemos que empeñarnos más en mantener la calma, porque nos encontramos en una oportunidad única para aprender juntos y en familia, a dominar las aptitudes básicas de la vida y para la vida.

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No existen fórmulas milagrosas de dos horas para “enseñar” la educación emocional, pues se forma  continuamente, así que no suframos por ello. Pero, como una ayuda muy práctica,  podemos pensar sobre la regla “Trate a los demás como le gustaría que le  tratasen a usted”, que usamos frecuentemente,  agregar y aplicar otra mejor:  “Trate a sus hijos como le gustaría que le tratasen los demás”

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Les invitamos a pensar sobre ello y revisar estas  tres premisas claves que nos pueden ayudar a sobrellevar con inteligencia emocional en nuestra familia, la situación que todos estamos viviendo:

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• Ser conscientes de nuestros propios sentimientos y de los demás.
• Hacer frente de forma positiva a los impulsos emocionales y de conducta.
• Cultivar el humor familiar.

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“Trate a sus hijos como le gustaría que le tratasen los demás”

Unidad de Orientación.